Siento que me apago,
como rescoldo de madrugada,
al buscarte y no encontrarte,
de tanto amar sin ser amada.
Déjame que mande al aire,
los besos que no quiere nadie,
déjame que me olvide de él,
aunque solo sea un instante.
Al cielo elevo mis manos,
mi alma se me queda chiquita,
a la luna le canto mis penas,
siendo mujer madura,
cual niña en su cunita.
Por mas que quisiera hoy,
dejar mi corazón sangrar,
a chorro o borbotones,
no queda liberado de dolor,
de desamor y sinsabores.
Aquí entré despacito,
para dejar mi sentir,
para que vuelen mis versos,
a donde ellos quieran ir.
Quizás no los lean nunca,
para quién fueron escritos,
pero igual da si no aprecia,
el estarle amando a gritos.
Guardaré en mi mochila,
cuanto hoy nos dijimos,
que no se me olvide nunca,
por lo mucho que sentimos.
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