Caminante nocturno, amante de la noche
adorador de la luna, compañero de las estrellas
con el pecho rasgado de tanto camino andado,
pero aún dispuesto a transitar tras la oscuridad
de la noche sigilosa y misteriosa...
Entre la bruma espesa camino y llego hasta tí,
te tomo entre mis brazos, hago de mi tu piel,
tus besos, tu aliento y por un momento tus pensamientos
te siento tan mujer, tan de mí, estremecer en mis
brazos gritarle al silencio sin pensar, así te siento...
Reposas sobre mi cuerpo y te abandonas a este sentir,
ya casi despunta el alba y el ángel nocturno debe
partir, la dueña de mis pensamientos también se aleja
de mí, quedando el sudor impregnado en el cuerpo, el
aliento entrecortado, y esa sensación de haber amado...
Ángel dueño de nada, solitario, loco y soñador traenseúnte de
la vida, que a veces es una amiga bendita y otras tantas una
ladrona maldita, que se cree dueña de un todo, si da algo
nunca es por completo, se ríe y grita en mi cara que no sé
querer y quizás sea mi castigo o bendición ser un caminante nocturno..
Mi cuerpo condenado a ser tallado de caricias y besos de un momento,
tal vez mi corazón algunas veces llegue a ser tocado, pero
nunca a ser querido, que más da una daga más que aniquila,
una derrota más que humilla, aunque me escape y desee nunca más
sentir, pocas veces pierdo, me enamoro, siento, quiero, muero...
Ayer fue por ellas, hoy es por tí; mañana quién sabe por quién será.
Detendré mi paso, descansaré y quizás ya sin fuerzas, sin deseos
de nada seguiré en la oscuridad de la noche humedeciendo sábanas
frías en un cálido momento, dejando un poco de mí hasta ese día que
el ángel nocturno encuentre su rumbo o de su camino halle el fin...
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