En la carita triste y en el corazón
quizás resume soledad y desazón
porque ve la ilusión y la sonrisa
acabar en las alas de la brisa
no hay miradas con ternura ambulante
que desplacen la carencia reinante,
cuando esperaban por fin alejar
el hambre, y sólo vuelven a soñar
y va la esperanza día a día
esfumándose con el mediodía...
Como ríos por las calles sin un mar
hacia donde dirigir su peregrinar
siguen sobreviviendo estas criaturas
en un mundo absorto en sus locuras.
¿Cómo van a ser felices los niños?
sin pan, ni manos con ríos de cariños.
|