Para mi hermano Eduardo Mario
De nada sirven recetas de amor,
pues éste no se impone ni se consigue;
el auténtico amor es fuego y calor,
mas nunca recurso fácil ni cosa de ligue.
Hechizo de amor, cara ilusión;
se ama por sentimiento y no por nada más.
Hechizo de amor, engaño y perdición,
magia obsoleta de quienes amor claman.
El verdadero amor colma deseos,
da consejos y es permanente compañía.
Es sentimiento de cerca y de lejos,
con palabras claras, sin tintes de letanía.
El amor verdadero no se receta,
nace espontáneo y es limpio;
con brebajes o cartas no se encuentra,
pues tiene al corazón como domicilio.
|