Era un pecado con tequila reposado,
a buen puerto, pero sin amor;
de sus movimientos me sentía atrapado,
fogoso y erótico, embrujado de calor.
De manera liberal, provocaba en mí
una tierra generosa, con buena estrella.
fugaz querencia tuve con ella y la sentí
a mis escasos 16 y sus abundantes treinta.
Después, aquello brilló por su ausencia:
ella tomó otro barco y partió de prisa.
Yo, en otro faro iluminé mi presencia,
otra tierra generosa, con frutas y hortalizas.
Con tequila reposado, de manera liberal,
recuerdo cuitas y penas del ido ayer;
aquella fugaz querencia fue algo especial,
preparada por ella y yo... ¡yo sin saber!
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