Va caminando mi vieja
con serenidad y armonía
no importa el pesado día
pues... le regaló la cayena
fortaleza, amor y sencillez;
dulzura y mirada serena
transmitiendo calidez
para abrazar a hijos,
familiares, amigos
y regar jardines de nietos
y bisnietos...
y dar abrigo
como una garza llanera
de luz y presencia blanca,
de alma y sonrisa franca
y vuelo cual suave quimera;
así es la calidez de mi vieja;
aroma de mamá...
arrullo de la abuela...
|