Nadie sabe del dolor
nadie sabe de la amenaza,
todo es una sonrisa forzada,
las preguntas sin respuesta,
quedan dentro, se aplazan.
Hoy solo es un día mas,
tiempo que solo pasa,
camino, no hay espera,
me aferro a algún recuerdo,
para soltar amarras,
para elevar mi ancla.
Surcando voy por otros mares,
con viento a favor y en calma,
echando la vista atrás, que,
del lejano horizonte me aparta.
Ya no voy a la deriva,
mi rumbo está marcado,
por tiempos de bonanza,
con la mente serena,
y mas tranquila el alma.
Sabiendo que todo llega,
y sin olvidar jamás que,
hasta el dolor mas grande
con la muerte se acaba.
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