Crepúsculo de luz y ardiente hastío,
creciente soledad, espiga cruda,
longeva nace la creciente duda
en ese mi pesar... reflejo mío.
Un largo navegar en hondo río,
la vida es cruel, también opaca y ruda,
sorda, ciega y algunas veces muda
se escuda en la emoción de un desvarío.
Pero la vida es hábil y labriega
que siembra dudas y el terreno riega,
cual campesina audaz y solitaria.
Se marcha siempre del vergel florido
dejando al corazón tal vez herido
y arranca en nuestra muerte una plegaria.
|