En esta noche, bajo este cielo gris sin luna
ni estrellas, percibo el aroma a soledad,
en mi ya no eres indiferente bella y arrogante
dama de la noche y dueña de mis días, con esos
besos carentes de calor, solo hielas, así
como aniquilas con tu esplendor...
Tu piel tan blanca y tus labios con
tan acentuado carmín, tus cabellos tan
brillantes como la luna parpadeante, nulo
palpitar en tu pecho; ya te veo, ya te siento
estás aquí adorado tormento, ¿Será que siempre
voy a ser de ti? y ¿Qué hago con lo que siento...?
Si tanto me quieres a tu lado, porque me dejas
intentar mi vuelo, acaso te da placer ver al
ángel caer derrotado y humillado, con la mirada
brillante por las lágrimas, con el corazón una vez
más rasgado, pero siéntete dichosa ya me tienes
nuevamente a tu lado soledad...
Hazme de ti por completo, arranca de mi corazón
el sentir y de mi mente los pensamientos, ven
ya que te haces sentir cúbreme de ti, que no haya
más noches ni más albas tentadoras de libertad
átame, tómame, ya me duele sentir, no sé que duele
más si el vivir o el morir, el amar u olvidar...
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