Que siga el hombre dando hambre
a la realidad, que siga esa mano
humana dando soledad a la verde sabana,
que siga su voluntad haciendo bosques
de acero y concreto.
Que siga la risa aquella que brilla
por la alegría de ver avanzar su pueblo
sin mirar atrás, que sigan las maquinas
creadas por el por el sendero de animales
que retratan su hogar en sus memorias.
Que siga el ruido de las feroces bestias
que destruyen la paz de un sitio perfecto,
más yo no seré participe de tal crimen ya
que mi vida es todo aquello que esta en
naturaleza, en cada árbol, en cada ser,
en cada color que logro ver cada día nuevo.
|