A veces pienso, a veces sueño
un mundo nuevo de paz y amor
donde los niños sin protección
vivan confiados, y muy risueños.
Junto a sus padres, esos pequeños
han de sentirse siempre queridos
pues para ellos es sin sentido
vivir la vida, sin ese empeño.
A veces pienso, y hoy es un día
donde la pena y melancolía
invaden mi alma al contemplar.
Que hay tantos niños que desconocen
las tibias manos de madre, un roce
¡y hoy quisiera eso cambiar!
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