A veces el agua nos llena de gozo.
Lavando las jarcias con suave marea.
Meciendo la barca henchida sus redes
Durmiendo caricias sobre las arenas.
A veces se lanza con furia siniestra.
Galopando altiva sobre los sembrados.
Quebrando los sueños que llueven el alma.
Mojando tristezas sin medrar destinos.
A veces el agua brota sin medida.
Inundando casas siempre a la deriva.
Arrasando campos, arando la vida.
A veces no fluye y la muerte anida.
A Veces la veo suave y cristalina.
Jugando entre piedras refrescando herida.
Saciando la sed tan pura, tan viva.
Llenando tu copa, la suya, la mía.
A veces mis ruegos cruzan el camino
y va por los mares en busca de amigos
que abrazo con letras llenas de cariño
que expresan ternura y afecto infinito.
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