¿Cuando debería irme?
¿Cuando todos me necesiten o cuando yo necesite mi espacio?
¿Cuando me olviden y deje de ser indispensable?
¿Cuando sagaz el tiempo, en un segundo me
arrebate el aliento?
¿Cuando dejaré de pensar que Dios, de
alguna manera me ponga un camino más fácil?
¿Será cierto que Dios no me pone más trabas,
que con las que puedo superar?
Eso quiere decir que puedo con mucho,
o me está enseñando paciencia,
yo sé que me ha dado muchas alegrias,
pero en mi corazón bueno
la gente
se aprovecha.
Dios de muchas maneras me ha hablado,
y siento su voz,
la resisto pero sigue estando conmigo,
tal vez si mi vida se solucionara
en un segundo me olvidaría
de que ese ser supremo existe,
necesito no solo oirlo,
sino sujetarme de esa fe que mueve montañas.
Esa fe que hace posible llegar a Dios.
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