Y a veces me atraviesa la cabeza
intacta una legión de pensamientos,
satisfechos de paz y sentimientos
que en los momentos de mayor flaqueza
son la principal arma de pureza
contra lo que no cabe ni un lamento.
Más bien el procurar vivir contento
y poder desterrar cualquier tristeza,
pues como corazón que llora y pena
mi alma toda confusa se rebela
con su mente en conflicto permanente,
y evitando quedarse con faena
recomponiendo toda su cautela
el dolor se quedó también pendiente.
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