No puede vivir mi alma tan tranquila
viendo como si fuera natural
la luna con su lente de cristal
desde el que el universo me vigila.
Quizás marche mejor tras su pupila
y prescindiendo de su amor formal,
como si el mundo fuera artificial,
poder vivir oculto en mi mochila.
Cómo me iba a confiar entre las dudas
que me mantienen siempre el alma en vilo
aventurando todo mi existir,
si andando a tientas y sin más ayuda
que a porrazos aprendo o despabilo
en la vida se crece hasta morir.
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