Si bajo nuestros pies están cavando
el mismo infierno, mientras apartamos
la mirada de todo lo que hablamos,
hasta que resistamos soportando,
¿Por qué hemos de seguir alimentando
ese pozo sin fondo donde andamos,
sin aceptar siquiera que no estamos
cargados de razón y todo mando?.
De nuestra malagana hacen su cuento
vendiendo su verdad bien disfrazada
sin que nadie lo vea detestable.
Y así cansado me resigno y siento
que soy parte también interesada
de ese trozo de mundo miserable.
|