Quiero estar mañana en tierra tibia
bajo un cielo prendido como ramo.
En un campo de tréboles abiertos
y con el astro rey a tu llamado.
Tener entre mis dedos tus mejillas,
en el alma tu amor y no negarlo.
En las olas del mar estar unidos
y sumergirnos en el mar tan calmo.
Quiero estar en tus venas, en tu carne,
para estrecharte luego en los ocasos.
Sentir tu terso pelo en mis caricias
y el roce de tu boca tan uraño.
Bañarme bajo el sol, en tus primicias,
de tu manto por hoy obsesionado.
Cerrar así los ojos muy dormidos
sin oír de tus labios ni un reclamo.
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