Tiempo ha que confinado en mi chamizo
desde cuando no tiro piedras vivas,
ni toco con mis manos agresivas,
el umbral de mi propio cobertizo.
Pero si no es verdad que frivolizo
rescatando mil bromas alusivas
con torpes argumentos y evasivas
¿por qué no me detengo y aterrizo,
de una vez para siempre, respetando
como estas manos, en mostrar se afanan,
al mundo su verdad tal cual la sienten?.
Y aunque me pase el día divagando
en descubrir si pierden lo que ganan
ya sé que sus virtudes no me mienten.
|