Hoy me falta tu mirada,
para guarecerme del frio,
que anda rondando mi alma....
Temo la tormenta inesperada,
los truenos ensordecedores
mientras la lluvia me cala.
Mas, escribiendo este poema
un rayito de sol me calma,
de tanta sospecha absurda,
cuando tu voz ya me habla.
Atras queda mi tristeza,
toda borrasca despejada,
bebo una a una tus palabras,
y una dulce paz me embarga.
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