Si sabes perdonar en este mundo
tan difícil y cruel, tienes la gloria
de alimentar la paz en tu memoria
y transmitirla con amor profundo.
A seres que andan en lo inmundo
llenos de odio y sed de venganza
tú puedes acercarlos a la balanza
de Dios, que es paz, y un no rotundo
a todo aquello que sea destrucción,
odio, crimen, violencia, desunión,
y rencores, que generan penas.
Si eres capaz de perdonar, procura
a otros enseñar esa valiosa ayuda
y repetirles que el perdón libera.
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