Cómo puedo impedir la relación
entre el mundo exterior y mi ansioso ego
si no me lo tomara como un juego,
cruel y duro sería el resbalón.
Menos aún meterme en un rincón
sin poder desprenderme del apego
luchando contra quien nada delego
entre medias de todo este follón.
Nunca quien ose hurgar mis pensamientos,
lograría evitar mi soledad
por un rato de vana compañía,
ni cambiando razón por sentimientos
ocultaría al alma mi verdad
quitando de la mente su manía.
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