Nacido sin remedio, a Dios doy gracias,
Nacido sin remedio, a Dios doy gracias,
decidido a currarme en esta vida,
nunca pensé que fuera cruel la herida
para supervivir con arrogancias.
Aunque roto de miedos y falacias
nunca más rechacé la acometida
que siempre recompensa mi batida
sin antes hacer muchas acrobacias.
En la Universidad me complací
en aprender a distinguir mis pies
del suelo que pisaba de repente,
pues más allá de mis narices vi
como ponía esfuerzo e interés
en vivir todo el tiempo más consciente.
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Publicado el: 06-06-2008
Última modificación: 00-00-0000
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