Tan mío como el aire que respiro
o como el nuevo día que saludo
son mis sonrisas o el dolor agudo;
lo que en mí siento, si sueño o deliro.
Toda la naturaleza que admiro
el rocío que con esfuerzo sudo
el pensamiento al que inconsciente acudo
también aquellos que a veces retiro
Míos, los sentimientos que en mí nacen
y crecen cual árboles en el alma
pues aunque se deshojen permanecen
sus fuertes raíces y, siempre esparcen
la fragancia serena que trae calma
entre las ramas que los sueños mecen
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