La viste…
algo en su andar te cautivo…
algo te dijo:
“a mi no va a mirarme…“
Y te lo propusiste…
la observaste.
Sin duda, con una dedicación
y cautela poco común.
Imaginaste,
pensaste e ideaste la forma.
Adivinaste lo que ella quería escuchar…
los gestos que ella quería ver.
La atrapaste… unos minutos…
tal vez un par de horas.
Lograste robarle un beso,
tal vez también algo de ternura.
Te sentiste grande porque lo conseguiste,
a fuerza de fingir
lo que no fuiste, sos, ni serás…
de que sirvió.
Sus labios no te besaron
Sus labios besaron a alguien que no existe,
sus ojos brillaron un instante para alguien más,
alguien que no estará jamás en vos
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