Él, encontró el perfecto escondite
a la ternura e hizo un lienzo de una
nube que viajaba bajo, en busca
del cuadro perdido que se cayó
del cielo.
Él, pincelo la con perfecta precisión
el rostro de un ángel que recorría
diariamente la noche, buscando
plegarias de niños aun vivos.
Él, transito por senderos rústicos,
tratando de explicar por que sus ojos
no podían ver, tratando de sentir
una vez más el sonido de un pincel.
|