Cuídate del sol y de las nubes,
de la falta de ozono y del ozono,
cuídate de la intemperie, amigo,
Ella anda por las calles
con su llorante rostro,
su boca de infinito desconsuelo,
y si la encuentras,
si alcanzas a mirarle la mirada
el cuerpo no te será de piedra ni de carne
te desintegrarás de amor y de impotencia,
la lluvia te pudrirá la ropa sobre el cuero
querrás dormir, morir,
para olvidarla.
Mientras Ella sigue por las calles,
inacabable lágrima,
herida para siempre por la sombra
enorme y luminosa
de su padre muerto.
(De "ELLAS" 1995)
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