De nuevo volverá la primavera
a revestir los bosque de colores
y refrescar el gusto de sabores
cada vez que pasemos a su vera.
Y como dicen que la sangre altera
destacando la flor sus esplendores
también se vuelven locos los amores
al complicarse más la vida entera.
Y qué mejor que el mundo se las liara
liquidando de cuajo la violencia
dándole al cuerpo, y también al alma,
el placer del que nunca desconfiara,
viviendo cada vez con la conciencia
de continuar creciendo en paz y en calma.
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