Con sus otoños cumplidos.
Con sus letras primavera.
Con su amor por sus amigos.
Se apagó sin que supiera.


Escribir fue aquel camino
que nos unió por los mares.
Con poemas y cantares
que animaban sus bondades.

Un beso tierno le diera
si por acaso sus pasos
caminaran por mi vera
en ese encuentro soñado.

Pero los tiempos son eso.
Espacios que van volando.
Que alejan a los lejanos.
Que no llegan cuando amamos.
Que nos apuran los años
y cuando menos pensamos
los abrazos enterramos.
Y los besos y las manos.
Y ese afecto tan hermoso
que nos unió como hermanos.

Marta B. Carrillo