Niña querida,como me gustaría,
llevarte en brazos, toda la vida,
librarte si te pilla desprevenida.
Pero te di alas de plata
desde chiquita,asi que ahora,
no te detengas, vuela, camina.
No temas a la primera caída,
levántate, lava la herida,
y sigue avanzando de amanecida.
Aprovecha los primeros rayos,
anda con la nueva luz del día,
no hagas tu travesía de noche,
nunca vayas a la deriva.
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