El vagón de los sueños, cuantos pensamientos aunados en él; sueños,
tristezas, historias y anhelos, cientos de corazones latiendo
ilusiones naciendo y otras muchas desvaneciéndose en el espacio
tanto silencio y a la vez tantas voces vibrantes, cuántas miradas
encontradas, todo esto sucede en un vagón de estación en estación…
Cuando sin querer me pierdo es como si mi alma flotase de persona
en persona, y mi cuerpo traspasado con dagas filosas de sentimientos,
puñaladas tan frías que paralizan los sentidos y otras tan ardientes que
aceleran la sangre y hacen sentir vivo, aunque se viva y se muera
en un vagón se puede ser cientos de veces uno sumergido en quimeras…
Que misterio tan inexplicable es el existir; el sólo hecho de ser un alguien
en medio de otros tantos, sentir el fusionar de la maldad y la benignidad
el lado claro y oscuro del hombre, porque somos eso, seres matizados
en una sola estela, somos fuego y frío, somos muerte y vida, somos todo
lo que queramos ser y nos vestimos del mejor matiz que marque el día…
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