Si fuera mi arquetipo reprimido
el que se esconde dentro de mi cueva
ya le pondría noche y día a prueba
por si acaso se hubiera enloquecido.
No es que me niegue a renegar del nido
aunque así fuera el diablo quien me lleva,
ni exista otro interés que me remueva
a cuestas por la vida resentido.
Si de algo estoy seguro en esta vida
de cuantas cosas puedo presumir
desde mis sentimientos más profundos,
ya sería el poderme resarcir,
sin que me asedie idea fraticida,
con aquellos placeres más fecundos.
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