Y no quiero mostrar mis inquietudes,
no sé si por pudor o por pereza,
pero me trae al pairo la grandeza,
cuando tampoco importan mis virtudes.
Después de soportar mil gratitudes,
no alegra recibir con entereza,
ni estar bien preparado y a la fuerza,
halagos en honor de multitudes.
Pues al pensar sobre esta vida perra,
ya reparo las veces que hago daño
sin querer lastimar a tanta gente.
Y soñando la paz para esta tierra
me salgo como puedo del engaño
tratando levantar mi yo impaciente.
|