Te esperábamos, Mario.
Y has llegado.
A los tuyos
a los pobres, las putas,
ladrones, niños y viejos abandonados,
muertos de hambre,desheredados,
a los injustamente juzgados
a los que no hemos tenido dinero
para comprar un trozo de cielo
en la tierra.
Bienvenido a los nadies, Mario.
Bienvenido al infierno.
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