sé de un tiempo en el que fuiste menos de lo que eres:
un cuerpo, una canción, un recuerdo, el borde de la noche,
un camino sin recorrer, en el que me perdía encontrándote
sé de un eclipse que borra las estrellas que no hablan
un puente colgante en la llanura, una agazapada caricia
una araña transparente caminando en el aire con mil luces
sé de una madriguera cálida sin pesadillas grotescas
donde un día es un instante de muchas noches
donde te guardo sin responso, sin pronunciar tu nombre
sé que difícil dar la cara y girar en torno a tu sombra
tocarte y no saber donde estás, morirme y no resucitar
gritando las mil palabras donde cabes silenciosa
sé que para vestirme de algo parecido a la lluvia
debo estar mojado por dentro, atado a los vientos,
esperando que germine un mundo que te abarque
sé que no es fácil ser frágil como las nubes y caer,
caer, caer, dentro de la nada que te habita
eres mi sombra, el rincón donde caben mis pasos
sé que vaporosa como el aire, la noche respira
en mil orificios inmensos llamados fatalidades sin nombre
donde en un paseo sideral encuentras sueños antiguos
sé que estoy poblados de senderos y tormentas
que han pasado montañas hurgando las piedras
socavando algo que no se parece en nada a ti
|