Abrázame amor
que el mundo nos asecha
cargando alforjas de impudicia
sembrando con tristezas los umbrales.

Abrázame amor
que morir en tus brazos me libera
de penar por las calles del mañana
perdida en el hoy que me atormenta.

El aroma terrible de la muerte
con su vaho de flores marchitadas
acompaña lo triste del momento
cubiertos de penas y barbijos.

No es la peste que mata virulenta.
Ni los virus que rondan las palabras
lo que encierra los cuerpos en la nada
esperando aislados el momento.

Es el miedo a perder cada bocado
de este triste festín que fue la vida
tan plena de guerras y maldades
tan llena de amargas realidades
y a pesar de tantas letanías
respirar anima todo intento.

Abrázame amor sin miramientos
que la vida se escurre lentamente
victimada por gérmenes arteros
que sembraron los dueños de la Tierra.

Contágiame de amor para que viva.
Contágiame de vida hasta la muerte.

Marta B. Carrillo