Soy de Chiapas, sí señores,
de una tierra mexicana
donde suena la marimba
entre besos y rumores
y además también resuena
la ilusión que ayer pensé,
el tañer de una campana
y la flor del "cupapé".

Tiene Chiapas, prodigiosa,
el aroma de la ciencia,
con su mística cadencia
de las aguas del Grijalva
y su playa "Caguaré".
Teje del aire rumores,
de ambrosía son sus sabores
y el olor del "jacuané".

Sus mujeres tan galanas
con sus faldas bien bordadas
son de Chiapas lindas flores
y según su blanca fe
nos regalan sus dolores,
de sus vientres los amores
en las ramas del "somé".

Me gusta la selva ignota,
su entejado caserío
y tirada junto al río
la niña que yo soñé,
con su cara enjabonada
bañada en agua de azahares
y puesta en el pelo, en cinta
una flor de "siqueté".

De bellezas tiene listas:
su cañón del Sumidero,
sus lagunas con sus vistas
y siempre un algo especial,
la pasión de los bañistas
es el fresco Chorreadero
y la playa Puerto Arista
con su toque original.

Huacaleros y coletos,
los tuxtlecos más conspicuos
viven ahora como ricos
en banquetas sin baldosas
en los barrios de postín,
tienen bodas muy rumbosas
y bailan con lindas mozas
en una fiesta sin fin.

De Comitán son las flores,
de Pichucalco los ríos,
de Tonalá los calores,
de Arriaga los fuertes vientos
de Tecpatán son los ritos,
de las noches los amores
y las ventiscas y fríos
de San Cristóbal, ¡señores..!

Zinacantán es paraje
de un radiante colorido,
Chamula sonriente nido
de un raro y rico brebaje
llamado por todos "posh",
por eso me llevo mi guaje
sin que nadie se me raje
¡lo digo con fuerte voz..!

Es de Chiapa, con su fuente,
la fiesta más socorrida,
venida de gandes mitos
con su fería ambivalente
de bailables y muñecas
en donde se danza de encaje
en un amplio y lujoso traje
que lucen las chapanecas.

Bochil y Villa las Flores
no cultivan amapolas
pero como se pintan solas
con sus hermosas mujeres.
Cintalapa tiene charros,
Tapachula las dulces mieles
de su tierra trepidante
con rico aroma a café.

El ganado en La Frailesca,
en Carranza marimbistas,
en Teposica carne fresca
y en Ocosingo los quesos,
en San Cristóbal... los rezos
y en Tuxtla zona de zoques
muy sabrosa y muy ufana
la cocina y aderezos.

San Fernando es Chayotero,
Berriozabal tierra fresca
y Suchiapa es de surimbos,
de Amatenango los barros
disfrazados de palomas,
de Copóya los nambimbos
y las ruinas de la selva
eterno edén de los gringos.

Si quieres lindas muchachas
que se pintan desde niñas,
los coitecos siempre truchas
las producen como piñas.
Juan Crispín y el fiel Terán
son de Tuxtla hermosos barrios
de sabrosas tamaladas
en arbolados espacios.

Mi citada capital
es moderna y bullanguera,
se niega a morir vetusta
y se viste dominguera
con sus despliegues urbanos
de su vida placentera
y es de Chiapas la Antequera
de los placeres mundanos.

Julio Serrano Castillejos