Muy claro tengo que será el infierno
quien pida extravagantes sacrificios
exigiéndonos fuegos de artificios,
al ver que ya perdemos el gobierno.
Quizás no me condene al fuego eterno
si no supero su severo juicio,
pues desde ya pagamos su suplicio
aunque nos pille en medio del invierno.
Así se las ingenia el vil destino
para hacernos pagar aquí las culpas
por tantos desafueros perpetrados,
pues quien se agarra del poder divino
será mejor que pida ya disculpas
y en la tierra que pague sus pecados.
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