El momento estelar de nuestras vidas
es el instante en que se cierra el ciclo,
la aurora y la cauda del cielo circundante
y el segundo fugaz de la agonía.
La gloria es siempre sueño pasajero,
turba de los días y de los ciclos idos,
es radiante como melancolía
y joya azul perdida entre los sueños.
Qué ilusoria es la vida
a veces tan llena de contrastes,
concha marina de vientos tan propicios
o barca en altamar rendida al sacrificio.
Vivir a diario es morirse poco a poco
y hundirse en el océano sin propela,
es como el buque que navega raudo
y como llama de pequeña vela.
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