Estás ahí, perdido entre las hojas secas
del roble centenario,
escondido en el silencio de la helada,
diluido en la niebla que cubre el mar
profundo y eterno de tu alma.
Estás ahí, buscando detrás de la losa
la llave que cierre el abismo abierto
bajo tus pies cansados,
y las velas mi sueño,
sacando fuerza de la nada.
Estás ahí, suspendido en el aire,
tras la ventana de mis ojos
escuchando el murmullo
de mis sueños,
observando como mi vida pasa.
¿Por que te has ido, padre adorado,
dejándome huérfana de sonrisas,
caricias y palabras?
Te has ido, sí,
pero estás ahí, aquí...
Entre las hojas secas del roble centenario,
en el silencio de la helada,
en la niebla que cubre el mar
profundo y eterno de tu alma.
ESTÁS...
Estás aí, perdido entre as follas secas
do carballo centenario,
agochado no silencio da xeada,
esluído na brétema que cobre o mar
profundo e eterno da túa alma.
Estás aí, buscando trala lousa
a chave que peche o abismo aberto
baixo os teus pés cansados,
e velas o meu sono
sacando forza da nada.
Estás aí, suspendido no aire,
trala fiestra dos meus ollos
escoitando o murmurio
dos meus soños,
observando como a miña vida pasa.
Por que te fuches, pai adorado,
deixándome orfa de sorrisos,
agarimos e palabras?
Marchaches, si,
pero estás aí, aquí...
entre as follas secas do carballo centenario,
no silencio da xeada,
na brétema que cobre o mar
profundo e eterno da túa alma.
De "Tatuaxes" - 2008
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