Sin adornos me manejo
siguiendo tus andaduras,
por no llamarles diabluras
a modo de buen consejo.
Pues ya libre de censuras,
nadie nos marque fronteras
imponiendo sus banderas,
con sus nuevas ataduras.
Pues fiel sigo tus maneras
querido amigo Jacinto
porque viendo el laberinto
donde crecen mis flojeras
no quiero más primaveras
llenas de falsas historias
que alentando mil euforias
me hagan vivir el acoso
que en tono quizás jocoso
me aparten de tus memorias.
|