Nunca fueron los sueños
que pudiera decir color de rosas,
si faltando miradas cariñosas
siempre todos los gestos parecían pequeños.
Tanto fue que no en vano buscamos otros dueños
deseando quizás cambiar las cosas,
que al final no vinieran tormentosas
al medir los empeños.
Pues así va la vida
cada cual adornando sus razones,
escapando de quien mucho se aproveche,
porque poco no duele tal vez aquesta herida
induciendo a sufrir los corazones
del quien nada coseche.
|