Algo en mis carnes siento que se duerme
porque los años pasan sin remedio,
sufriendo a diario un tremendo asedio
del que ojalá pudiera desprenderme.
Pues no sería justo que me enferme
apartando cualquier razón de en medio,
víctima del mayor y loco tedio
del cual nunca soñara defenderme,
Porque cuando no acepto mis flaquezas
todo camina contra sus valores
dando al traste con todas las doctrinas.
Así puede que aumenten mis tristezas
y decida endeudarme de favores,
liándome entre falaces moralinas.
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