Ya seremos testigos siempre fieles
de nuestras grandes glorias y derrotas
y aunque sigamos siendo cabezotas
espero no perdamos los papeles.
Jamás he visitado los burdeles,
ni tampoco seguido a las gaviotas,
porque siempre las veo muy pasotas
y también me parecen algo infieles.
En esta tierra poco contaremos,
por más que defendamos sus razones,
a riesgo incluso de perder la vida,
porque nada que aquí no disfrutemos
muy pronto quedará sin atenciones
al momento de darnos la estampida.
|