Para cuando vuelvas
-si algún día lo haces-
he preparado un jardín de
rosas azules y estrellas fugaces.
Tengo listo un sol que juega
como niño travieso
y un campo celeste y abierto.
Guardo muchos atardeceres,
para cuando tú vuelvas,
y traigas a mi vida la luz que te llevaste.
He limpiado mis ojos
con muchas lágrimas,
para que cuando vuelvas,
y tu imagen se refleje en ellos,
brillen como la luna en un campo desierto.
He puesto nubes blancas en el cielo,
y muchos pájaros de mano,
Esperando que cuando vuelvas,
te quedes a mi lado.
05-09-01
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