Permanecer immutable,
mientras un torbellino de pensamientos
invaden todo lo habitable.
Permanecer tranquila,
callada e indiferente
al tiempo que en mi mente
se forman mil preguntas.
Llorar solo de desesperación,
secos los ojos
mientras el corazón
derrama sobre si, su dolor.
Quieta, sigilosa,
cual noche que no duerme,
silenciosa,
como si no quisiese
que la mañana despierta.
Así está mi alma,
en larga espera,
en dulce espera.
Y no muere la esperanza
no muere la flor....
esperando...
01/11/96
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