Pirámide de arrullo archivo de mis besos
mujer que ríe y canta desdoblada en dolores,
espejo de mis noches y miel en mi garganta
rendiste para mí los tiestos de mil flores.
Me encanta tu sonrisa, la prisa de tus pasos
y tu silencio absurdo de presurosa calma,
tu fresca llamarada en la vertiente oscura
de todos los faroles que penden de mi alma.
Toque de aurora franca tiene tu cauda errante,
tus manos son andamios rosados y hechiceros.
¿Qué palio suave puso la hiel en tus pesares
cercano a tus abriles y en todos tus eneros?
Regálame el vértice de tu pradera umbría,
la planta de tus pies y el fondo de tu aliento,
y tu virtud secreta que fluye de la hoguera,
el manto de tu instante, la cruz de tu lamento.
Hoy y siempre serás pirámide de arrullo
en la hojarasca inerte de mi pesado velo.
Una mirada franca, la voz de tu embeleso
y surgirán entonces misterios en el cielo.
|