Son muy dulces sus miradas,
insondables, cariñosas,
misteriosas miradas,
cálidas y amorosas miradas..,
respeta y ama a tu madre
que en su vientre te engendró,
respeta y ámala con todo tu corazón,
porque es imagen y semejanza
del SUPREMO HACEDOR
que en su ser
su aliento Divino un día insufló,
las miradas de las madres
son manantiales de luz,
son cascadas de amor y de perdón.
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