Cuando caiga el sol de tus días,
el dolor te aprisione sin medida,
o los amigos busquen disculpas,
para no hacerte una corta visita,
Pensamientos breves traerán alegría,
recordarás el amor que nada pedía,
que te dejó llegar casi sin avisar,
conformándose a la hora de partida.
Y este amor incondicional,
siempre callado y en lejanía,
te arropa desde entonces,
tranquilo, silente, a tu lado,
doliente si cerraras tus pupilas.
Mi mano secará tu frente,
en la lucha de tu agonía,
mi cariño te envolverá,
con toda su ternura infinita,
para que no te sientas solo,
en tu dificil y última travesía.
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