"No moriré del todo"
cuando a la luz de tu sonrisa vaga
nazca una sola estrella
en el solar tan mío,
cuando la esfinge del dolor se apaga
o cuando el mirlo de tu faz tan bella
renueve por las tardes
la fuente soñadora del delirio.

“No moriré del todo”
mientras renazca en ti como alborada
una ojera pálida…
sabor de fruta amarga
mientras una mirada me estremezca
y bajo el palio de tu tez dorada
con virtud a tus pies la dicha crezca
como crece la tarde
en esta vida audaz y temeraria.

“No moriré del todo”
amiga de los tiempos de mi llanto
si tocas con tus manos
o con tu boca firme
la frente que al portal a ti te lleva
y deleita laureles de tu herida
en un atrio de amor,
donde encontraste la verdad suprema.

“No moriré del todo”
en el pavor de todas mis doctrinas
ni con la soga al cuello
o en el placer de mi alma
que a tanto suspirar hoy me reclama,
al ver tu sombra siempre vencedora
como si fuese un lirio
en busca del dogal y de su aurora…

“No moriré del todo”
esposa de mis tiempos redimidos
mientras una cruz cuelgue
de tu piadoso pecho
y te haga recordar que en el camino
¡oh reina bendecida..!
formamos con amor nuestro destino
de disfrutar la vida.

“No moriré del todo”
ni escucharé los gritos fantasiosos
del lago de dilemas
ungido de resabios
y mientras cae la noche enmudecida
con su carro cargado de cadenas
me esconderé en la fosa
consubstancial… de tus jugosos labios.

Julio Serrano Castillejos