Si aprendo a ser cada vez más humano
perdido ya los sueños y ambiciones,
¿para qué quiero ahora los perdones
si puede que apenas los tenga a mano.?
Pero tampoco quiero ser tirano
falsificando a mogollón mis dones,
pues apenas dispongo de razones
con las cuales mostrarme tan ufano.
Puesto que de egoísta me vistieron,
cuando puedo me quito la corbata
y vivo tan contento a mi manera,
pues como garantía no pidieron
nunca podría ya meter la pata
sin exponer el rostro en la barrera.
|